Es un proceso de acabados en los tejidos que consiste en provocarles un encogimiento controlado mediante compresión para asegurar que los tejidos no sufran más encogimientos después de la confección.
Es uno de los ligamentos de calada más usados que marca diagonales en las superficies de los tejidos. Está dentro del grupo de los ligamentos de calada considerados fundamentales.
Son unos elementos de los telares, situados al inicio de la calada, que hacen la selección, según un programa preestablecido, de los hilos de trama que deben pasarse en cada una de las evoluciones de los telares.